La diarrea viral bovina (DVB) sigue siendo una amenaza sanitaria para los rodeos bovinos de Argentina. Investigaciones del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce y otras instituciones nacionales revelan su fuerte impacto en la reproducción, el bienestar animal y la economía ganadera, destacando la necesidad de estrategias de control y prevención más efectivas.

La diarrea viral bovina (DVB), causada por un pestivirus (Peterhans et al., 2010), constituye uno de los desafíos sanitarios más relevantes para la ganadería mundial y particularmente para la Argentina. Su alta prevalencia y su capacidad de afectar al ganado bovino en diferentes etapas de la reproducción convierten a esta enfermedad en un factor determinante de pérdidas productivas en los sistemas ganaderos.
En términos globales, las tasas de destete reportadas en distintos sistemas ganaderos evidencian un impacto considerable de las pérdidas reproductivas (Figura 1) y parte de estas pueden estar asociadas a DVB.

Una enfermedad con múltiples caras
Las infecciones por DVB pueden provocar diferentes cuadros clínicos dependiendo el momento productivo de los bovinos. Es una enfermedad de alta prevalencia que afecta la reproducción y sus consecuencias dependen del momento de gestación en el cual ocurre la infección: infertilidad, mortalidad embrionaria, abortos, malformaciones congénitas y el nacimiento de animales persistentemente infectados (PI), que actúan como reservorio y fuente constante de contagio del virus para otros animales del rodeo.
Además, en toros afecta directamente la función del aparato reproductor y la calidad seminal. En algunos estudios se ha identificado el virus en plasma seminal y en semen utilizado para inseminación artificial (Givens, 2018), lo que representa un riesgo adicional para la diseminación silenciosa del patógeno. En hembras, el virus puede dañar ovocitos, embriones y fetos en diferentes etapas de la gestación. También genera inmunosupresión, lo que predispone al animal a otras infecciones y puede alterar la funcionalidad endócrina-reproductiva. Incluso puede interferir en el reconocimiento materno de la preñez y en la protección inmune del embrión, favoreciendo pérdidas gestacionales de distinto tipo (Oguejiofor et al., 2019).
Evidencia local: seroprevalencia en el sudeste bonaerense
Un estudio realizado en once partidos del sudeste de la provincia de Buenos Aires (n = 2.359) reportó seroprevalencias de hasta 90,7% en animales mayores de 24 meses, en comparación con animales más jóvenes, lo que evidenció que, en algún momento del ciclo productivo los animales se infectan (Odeón et al., 2001). Más recientemente, un relevamiento en 4.915 muestras provenientes de 270 rodeos de once provincias argentinas (Bellido et al., 2024) confirmó la amplia difusión de la enfermedad, con prevalencias individuales del 65,4%, y prevalencias diferenciales también entre animales menores y mayores de 18 meses de edad (Figura 2).

Estos datos revelan que la DVB está lejos de ser un problema aislado: se trata de una enfermedad endémica, con fuerte presencia en distintas regiones ganaderas del país.
Abortos y malformaciones
La relación entre DVB y desordenes reproductivos ha sido documentada en numerosos trabajos y es una de las principales causas de pérdidas económicas. Sin embargo, la confirmación diagnóstica no siempre resulta sencilla. En la casuística del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado del INTA Balcarce, los abortos asociados a infecciones con DVB representan la principal causa viral, siendo responsable del 2,3% de los abortos en sistemas de producción de carne y leche de la región Central de Argentina (Cantón et al., 2022, Spetter et al., 2022) (Tabla 1).

También pueden provocar cuadros de malformaciones, más característicamente afectando al sistema nervioso central y piel de los terneros, provocando hidranencefalia, hipoplasia cerebelar e hidrocefalia, entre otros (Agerholm et al., 2015).
Casos clínicos en la provincia de Buenos Aires
La casuística argentina aporta ejemplos concretos del impacto de la DVB en campo. En un estudio reciente se analizaron retrospectivamente 50 episodios de infecciones postanatales con DVB, donde se pudieron corroborar tanto infecciones agudas con el virus, como cuadros de “enfermedad de las mucosas”, presentación clínica que se presenta cuando un ternero nacido persistentemente infectado, se reinfecta con una cepa heterologa durante su vida. Estos cuadros tienen una letalidad cercana al 100%, aunque no suelen afectar a un porcentaje elevado de la población. Provocan lesiones erosivas en mucosas del tracto gastrointestinal y piel. (Sosa et al. 2025)
Bienestar animal, ambiente y economía
Más allá de los efectos productivos, la DVB tiene un impacto transversal en el bienestar animal y en la sostenibilidad ambiental. Desde el punto de vista económico, los costos asociados a muertes embrionarias, abortos, subfertilidad y eliminación de animales PI pueden ser significativo. Varios trabajos han estimado las pérdidas económicas asociadas a esta enfermedad y la relevancia de implementar programas de control adecuados a cada contexto productivo y sanitario (Cantón et al., 2022, Lanyon y Reichel, 2013, Richter et al. 2017).
En ese sentido, investigadores del Servicio de Diagnósticos Veterinarios Especializado (SDVE) del INTA Balcarce, a partir de evidencia generada en el país y de la experiencia internacional, subrayan que el control de la DVB requiere un enfoque integral que combine herramientas sanitarias y de manejo:
- Aplicación de vacunación a todo el rodeo, pero particularmente en el preservicio a las hembras para reducir el impacto de la enfermedad.
- Llegado el caso de confirmarse cuadros clínicos asociados a esta enfermedad o evidencias concretas de circulación del virus, la posibilidad de plantear estrategias de detección y eliminación temprana de animales PI.
- Control estricto del ingreso de animales y de semen, si se realiza inseminación.
Fuente

 
												