Dra. Daniela Andreoli

Dr. Julio César Caione

info@lab9dejulio.com.ar

Queratoconjuntivitis infecciosa bovina (QIB): la enfermedad es bien conocida, pero hay interrogantes para evitar que los casos se presenten.

Introducción

La QIB también llamada Enfermedad de los ojos, queratitis infecciosa bovina, ojo rosado, queratitis epizoótica, es una enfermedad que se presenta como una conjuntivitis con blefaro-espasmo, fotofobia, epifora, opacidad y ulceraciones corneales provocando dolor, malestar que conlleva a pérdida de estado y menor producción.

M. bovis necesita de factores predisponentes que van a favorecer a que esta enfermedad pueda desencadenarse, como el estrés, las radiaciones ultravioletas, la raza, época del año y del tipo de explotación.

Los animales de raza Hereford y sus cruzas, son más susceptibles al igual que los animales jóvenes (4). El viento y polvo frecuente en época de verano provoca desecación e irritación corneal favoreciendo la instalación de los microorganismos. Asimismo, la presencia de moscas actúa como vectores desde los animales enfermos a los sanos (1).

En época de verano en las pasturas encañadas los animales pueden sufrir micro traumas en los ojos predisponiendo a la instalación de la enfermedad, de igual modo con pasturas que hayan sido desmalezadas.

En cuanto a los tipos de explotaciones como los feedlot, recrías o invernadas intensivas es donde más la encontramos debido a la alta carga de animales en contacto directo, favoreciendo de esta manera el contagio por medio de secreciones. Además, pero en menor medida, se pueden encontrar rodeos de cría extensivos con altos niveles de producción con brotes de la enfermedad (2).

Etiología

Esta enfermedad es causada por una bacteria llamada Moraxella bovis (M. bovis), aunque Moraxella ovis (Branhamella ovis) y Moraxella bovoculi también están implicadas.

Otros agentes como el herpesvirus de la Rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR), Mycoplasmas y Chlamydias, pueden actuar en conjunto como predisponentes. Las Chlamydias causan infecciones tanto en aves como en mamíferos, incluyendo al hombre, tiene su punto de partida al tomar contacto con materiales contaminados con heces o secreciones (5).

La M. bovis es un bacilo gramnegativo corto, cocoide, el cual se puede presentar solo o de a pares (diplobacilos) y a veces en cadena corta, aerobia, que vive en el medio ambiente, en suelo y las plantas.

Los factores predisponentes asociados, como se puede observar, son varios lo que hace complejo su control, los mismos van desde ambientales como así también nutricionales, la carencia de vitaminas y minerales como el cobre son mencionados.

Patogenia

M. bovis, llega a la conjuntiva de los bovinos a través de vectores, moscas, por el viento y el ambiente, una vez que se encuentra en este lugar se adhiere por medio de una estructura proteica que se denominan pilis o fimbrias. Otro factor de virulencia es la secreción citotóxica con actividad de ß-hemolisina sobre las células corneales y leucocitos. También segrega otros potenciales factores que pueden intervenir en la virulencia bacteriana como fosfolipasas, sistemas de adquisición de Fe++ y enzimas proteolíticas e hidrolíticas.

Signos clínicos

Las lesiones en los animales afectados se relacionan con epifora, hiperemia de los vasos corneales, edema de la conjuntiva, opacidad de la córnea, miosis (espasmo del iris), blefaroespasmo, fotofobia, fiebre ligera en algunos casos, anorexia y caída de la producción. En un principio, la epifora es clara y serosa; después se torna mucopurulenta y abundante (3). En algunos casos severos, al cabo de 48 – 72 horas, toda la córnea puede estar opaca y el animal queda ciego de ese ojo (3).

Diagnóstico

Para poder arribar a un diagnóstico siempre es correcto que se haga una completa anamnesis y evaluar factores predisponentes que el medio ambiente y el animal nos presentan, así como las lesiones visibles.

Si bien existe más de un agente causal de esta enfermedad en la mayoría de los casos se describe M. bovis sola o asociada generando los cuadros más severos (2).

Para el diagnóstico se debe realizar un hisopado de la conjuntiva del ojo el cual debe ser remitido para su cultivo en laboratorio. Esto es importante ya que de acuerdo con el agente patógeno que se encuentre se elige aplicar el tratamiento.

La toma de muestra debe realizarse de 5 a 10 animales afectados en etapa inicial de la enfermedad sin tratamiento previo de antibióticos, indicando su correcta identificación. El lugar de extracción es el saco conjuntival ingresando por detrás del tercer parpado.

Para M. bovis y otras bacterias las muestras deben remitirse en medio de transporte de Stuart, para virología se requieren medios especiales. Tabla 1. Todo lo que se muestree debe remitirse de forma refrigerada al laboratorio (2).

Tabla 1.


 

Tratamiento

Existen varios antibióticos que pueden utilizarse inyectables vía sistémica, así como aerosoles, soluciones tópicas oftálmicas locales. Entre los que encontramos que tienen efectividad en la resolución de las lesiones ocasionadas en la QIB podemos nombrar algunos como las oxitetraciclinas, mezclas de penicilina-estreptomicina, gentamicina, sulfonamidas con trimetoprim, cefalosporinas, tilmicosina y florfenicol entre otros (6).

Vacunas

En el mercado se cuenta con vacunas para minimizar el impacto de esta enfermedad, es bueno remarcar que estas brindan una protección parcial ya que estamos hablando de vacunas inactivadas que necesitan una repetición para conseguir una buena inmunidad. Además, no podemos dejar todo a la efectividad de la vacuna, debemos, sobre todo en rodeos problemas trabajar sobre la detección precoz de los animales que tiene lesiones que recién inician y minimizar los factores predisponentes que ayudan y juegan un papel importante en el desarrollo de la QIB.

Se recomienda inmunizar con dos dosis de vacunas contra QIB a los terneros, si se inmuniza en el establecimiento de cría, se deberán aplicar 2 dosis previo al destete. Si en el campo de cría existen casos de QIB en los terneros al pie de la madre, se deberá anticipar la vacunación administrando 2 dosis de la vacuna previa a la época de presentación habitual de QIB. Para el caso de invernada y feedlot, la primera dosis se administra al arribo de los animales y la segunda dosis a los 20-25 días posteriores (7).

Bibliografía

  • Queratoconjuntivitis infecciosa bovina MV Luis Carlos Rhades*. 2006. Filial Entrerriana de la Sociedad Argentina de Buiatría San Salvador, Entre Ríos, Boletín Nº 76. *Agente Proyecto Cambio Rural AER INTA San Salvador
  • Queratoconjuntivitis infecciosa bovina. Anselmo Odeón*, Fernando Paolicchi*, Gustavo Combessies** y Javier Margueritte. 2006. Angus, Bs.As., 233:26-32. *INTA E.E.A Balcarce; Laboratorio Azul. Biogénesis S.A.
  • Queratoconjuntivitis infecciosa bovina. Diagnostico MVZ Esp. Ramón Gasque Gómez. 2016. Enciclopedia Bovina, BM Editores.
  • Eficacia terapéutica de la oxitetraciclina de larga acción por vía intramuscular en el tratamiento precoz de la Queratoconjuntivitis bovina. A.C. Odeón, R. Chayer, C.M. Campero, Ana. R. Moreira, G. Bretschneider, Sandra E. Perez.
  • Microbiologia Veterinaria. Nestor Oscar Stanchi. Edición 2007.
  • Eficacia clínica del florfenicol oftalmico vs florfenicol parenteral en el tratamiento de queratoconjuntivitis. Miguel Ángel Zamora Quesada, Jeny Aguilar A, Héctor Sumano López. Veterinaria México, vol. 41, núm. 3, 2010, pp. 219-225
  • QUERATOCONJUNTIVITIS INFECCIOSA BOVINA (QIB) Drs. Anselmo Odeón, Fernando Paolicchi, Gustavo Combessies y Javier Margueritte. 2006. Angus, Bs.As., 233:26-32.
Share This